Los hongos

 

¿Qué son los hongos de la piel?

Los hongos de la piel son comunes en todo el mundo, incluyendo España, donde se calcula que millones de personas sufren esta afección al menos una vez en la vida. La prevalencia de estas infecciones puede variar dependiendo de varios factores, como el clima, las condiciones de higiene y el contacto con objetos o personas infectadas.

Estos hongos, también conocidos como infecciones micóticas cutáneas o dermatofitosis, afectan a la piel, las uñas o el cuero cabelludo y pueden ser causadas por diferentes tipos de hongos, como los dermatofitos (como el Trichophyton, Microsporum y Epidermophyton) o las levaduras (como el Candida).

Los hongos de la piel son muy habituales y pueden afectar a personas de todas las edades y sexos. Los lugares más propensos a la infección son aquellos cálidos y húmedos, como los pies, las ingles y las axilas. Algunos ejemplos de infecciones micóticas de la piel incluyen:

  • El pie de atleta: una infección fúngica en la piel que, por lo general, comienza entre los dedos de los pies.
  • La tiña inguinal: una infección por hongos que causa un sarpullido rojo y con picor en las zonas cálidas y húmedas del cuerpo.
  • La tiña corporal: una erupción cutánea causada por una infección micótica
  • La candidiasis cutánea: una tipología muy común en la que la piel está infectada con hongos cándida.

Los síntomas de las infecciones micóticas pueden variar según la causa, pero generalmente incluyen picazón, enrojecimiento, descamación de la piel, formación de ampollas, grietas o descamación de las uñas. El diagnóstico se realiza mediante la evaluación clínica y, en algunos casos, mediante la toma de muestras de la piel o las uñas para su análisis en el laboratorio.

 

Cómo se contagian los hongos

Estas infecciones son contagiosas y pueden propagarse de diferentes formas. Algunas de las más comunes incluyen:

  • Contacto directo: El contacto directo con una persona o animal infectado puede transmitir los hongos de la piel. Por ejemplo, al tocar la piel de una persona con tiña o el pie de atleta.
  • Contacto con objetos contaminados: Los hongos pueden sobrevivir en objetos y superficies, como toallas, ropa, zapatos, superficies de gimnasios o piscinas, e incluso en el suelo de duchas comunitarias. Al entrar en contacto con estos objetos contaminados, se puede adquirir la infección.
  • Contagio de persona a persona: En algunos casos, los hongos de la piel se pueden transmitir de una persona a otra a través del contacto directo de la piel, especialmente en áreas húmedas y propensas a la transpiración, como las ingles.
  • Uso compartido de objetos personales: Compartir objetos personales, como peines, cepillos, zapatos o prendas de vestir, puede facilitar la propagación de los hongos de una persona a otra.
  • Ambientes cálidos y húmedos: Tal y como adelantamos en este post, los hongos de la piel tienden a prosperar en entornos cálidos y húmedos, como las duchas públicas, los vestuarios o las piscinas, donde hay mayor riesgo de contagio.

 

Cómo evitar el contagio de hongos

Para prevenir la propagación de los hongos de la piel, se recomienda tomar las siguientes medidas:

  • Mantener una buena higiene personal, lavando regularmente y secando bien las áreas propensas a la infección, como los pies.
  • Evitar compartir objetos personales con otras personas.
  • Utilizar sandalias o zapatos en áreas públicas húmedas, como duchas o piscinas.
  • Lavar y secar adecuadamente la ropa y las toallas, especialmente si han estado en contacto con hongos.
  • Evitar caminar descalzo/a en lugares públicos propensos a la contaminación.
  • Recuerda que es importante consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado si sospechas que tienes una infección micótica de la piel.

 

El tratamiento

El tratamiento de las infecciones micóticas de la piel suele incluir medicamentos antifúngicos tópicos, como cremas, lociones o polvos que se aplican directamente sobre la piel afectada. En casos más graves o recurrentes, pueden ser necesarios medicamentos antifúngicos orales. En cualquier caso, te recomendamos encarecidamente que consultes con un especialista que pueda indicarte los próximos pasos y analizar la infección adecuadamente. Nosotras, como siempre, te ayudaremos en todo lo que podemos y te daremos todas las recomendaciones para que tu afección no resulte un problema. Ya sabes, ¡no dudes en consultarlo con nosotras!



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