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04 Sep Cuidar la piel después del verano
Estamos en proceso de cambio de chip para despedirnos del verano (que siempre se hace demasiado corto). En estos meses en los que hemos tomado el sol más de lo habitual, la piel nota los efectos del cambio en nuestro estilo de vida, especialmente cuando no la protegemos como deberíamos. Aunque en primera instancia puede parecer que los efectos también son positivos, vamos a ver que las consecuencias negativas superan a las positivas:
Efectos positivos del sol
- Bronceado: Uno de los fines de muchas personas que prefiere verse con algo de “color” en la piel.
- Vitamina D: La exposición controlada al sol es una fuente natural de vitamina D, que es esencial para la salud ósea y la función del sistema inmunológico.
- Mejora de la piel grasa: Algunas personas notan que su piel grasa mejora en verano debido a la mayor sudoración y a la exposición al sol, que puede secar el exceso de aceite.
Efectos negativos del sol en la piel
- Quemaduras solares: La exposición excesiva al sol sin protección puede causar quemaduras solares, que a su vez pueden ser dolorosas y dañinas para la piel.
- Envejecimiento prematuro: La radiación ultravioleta (UV) del sol puede dañar las fibras de colágeno y elastina de la piel, lo que puede llevar a arrugas, líneas finas y flacidez prematura.
- Hiperpigmentación: El sol puede provocar un aumento en la producción de melanina, lo que puede dar lugar a manchas oscuras en la piel, como el melasma o las pecas solares.
- Deshidratación: La exposición al sol y la sudoración pueden llevar a la deshidratación de la piel, haciendo que luzca seca y áspera.
- Alergias solares: Algunas personas pueden experimentar alergias solares, que se manifiestan como erupciones cutáneas, picazón o enrojecimiento en la piel.
- Cáncer de piel: La exposición crónica al sol sin protección aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel, como el melanoma, el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas.
Para minimizar los efectos negativos del verano en la piel, es importante tomar precauciones, como aplicar protector solar regularmente, usar ropa protectora y sombreros, buscar sombra cuando sea posible y evitar la exposición al sol en las horas pico. Además, mantener una rutina de cuidado de la piel que incluya limpieza, hidratación y protección solar es fundamental para mantener la piel sana y hermosa durante y después del verano.
Una vez terminado el verano, es recomendable preparar la piel para restaurarla y mantener su salud y apariencia. Te dejamos algunos consejos que creemos que te ayudar a mantener tu piel sana y cuidada después del verano:
Cómo cuidar la piel después del verano
- Hidratación: La hidratación es clave para restaurar la barrera cutánea y mantener la elasticidad de la piel. Bebe suficiente agua durante todo el día y utiliza una crema hidratante de calidad para mantener la piel suave y humectada.
- Limpieza suave: Utiliza un limpiador suave para eliminar los restos de protector solar, sudor y suciedad acumulados en la piel durante el verano. Evita limpiadores agresivos que puedan eliminar los aceites naturales de la piel.
- Exfoliación suave: La exfoliación puede ayudar a eliminar las células muertas de la piel y mejorar su textura. Sin embargo, opta por exfoliantes suaves y no abrasivos para evitar irritaciones. No exfolies la piel si estás quemado o tienes alguna lesión.
- Mascarillas hidratantes: Aplica mascarillas hidratantes una o dos veces por semana para proporcionar un impulso adicional de humedad a la piel. Busca ingredientes como el ácido hialurónico, la glicerina y el aloe vera.
- Tratamientos para manchas: Si tienes manchas o hiperpigmentación debido a la exposición solar, considera utilizar productos con ingredientes despigmentantes como la vitamina C, el ácido kójico o el ácido glicólico. Consulta a un dermatólogo antes de usar productos más intensivos.
- Cuidado de los labios: Los labios también pueden sufrir deshidratación y daño solar. Utiliza bálsamos labiales con protección solar y mantén tus labios hidratados.
- Protector solar: Aunque el verano haya terminado, sigue utilizando protector solar diariamente, especialmente si estás expuesto al sol. El daño solar puede ocurrir durante todo el año, por lo que es importante mantener la protección.
- Alimentación saludable: Una dieta equilibrada rica en antioxidantes, vitaminas y minerales contribuirá a la salud de tu piel desde adentro. Consume frutas, verduras, grasas saludables y proteínas magras.
- Descanso adecuado: Un sueño reparador es esencial para la salud de la piel. Durante el sueño, la piel se recupera y regenera, por lo que asegúrate de dormir lo suficiente.
- Consulta a un dermatólogo: Si tienes problemas de piel persistentes, como quemaduras solares graves, irritaciones o cambios en los lunares, es recomendable que consultes a un dermatólogo. Ellos pueden brindarte recomendaciones específicas según las necesidades de tu piel.
Recuerda que la constancia es clave para obtener resultados efectivos en el cuidado de la piel. Adaptar una rutina de cuidado post-verano y mantener hábitos saludables en el cuidado de la piel te ayudará a mantenerla radiante y saludable. ¡No dudes en acudir a nosotras si tienes cualquier duda o necesitas que te recomendemos un producto!