La vitamina C es un antioxidante que protege las células de nuestro cuerpo contra los efectos de los radicales libres, previniendo así su envejecimiento y ayudando a que los tejidos se reparen correctamente y con mayor rapidez. Los radicales libres pueden contribuir a la aparición de enfermedades cardíacas o cáncer, entre otras. Los efectos de esta vitamina la convierten en una sustancia perfecta para:

• Contribuir a la producción de una proteína utilizada para producir la piel, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos.
• Curar heridas y formar tejido cicatricial.
• Reparar y mantener el cartílago, los huesos y los dientes.
• Ayudar a la absorción del hierro.
• Retrasar el envejecimiento de la piel.

¿Cómo adquirir vitamina C?

Ya que nuestro cuerpo no es capaz de producir vitamina C por sí mismo, necesitamos adquirirla a través de una alimentación adecuada en la que también podemos incluir suplementos vitamínicos.

La mejor forma de obtener vitamina C es consumir frutas y verduras sin cocinar o crudas, ya que al cocerlas o almacenarlas indebidamente pueden perder contenido vitamínico.

Las frutas con mayor porcentaje de vitamina C son:

• Melón cantalupo.
• Cítricos, como las naranjas y los pomelos.
• Piña.
• Fresas y frutas del bosque como frambuesas, moras y arándanos.
• Sandía o melón.

En cuanto a las verduras con más contenido en vitamina C:

• Brócoli, coles de Bruselas y coliflor.
• Pimientos rojos y verdes.
• Espinaca, repollo, nabos verdes y otras verduras de hoja verde.
• Patata blanca y la dulce.
• Algunas variedades de calabaza.

También es posible encontrar otros alimentos como cereales que han sido enriquecidos o fortificados con vitamina C.

¿Qué implica una deficiencia de vitamina C?

No consumir la suficiente vitamina puede provocar enfermedades y síntomas como:

• Escorbuto (que a su vez causa anemia, encías sangrantes y formación de hematomas).
• Disminuye las defensas y por lo tanto nuestra resistencia a infecciones.
• Ralentiza la cicatrización de las heridas.
• Seca el cabello, provocando caspa y puntas partidas.
• Produce gingivitis (inflamación de las encías)
• Causa sangrado nasal.
• Puede causar un aumento de peso si el metabolismo se ha ralentizado.
• La piel se seca y torna áspera, reseca y descamativa.
• Dolor e inflamación de las articulaciones.
• Debilita el esmalte

¿Qué hacen las cremas y tratamientos para la piel que contienen vitamina C?

La vitamina C se ha hecho popular entre los productos de aplicación tópica gracias a su capacidad para mantener la piel joven y sana. No todos los productos que contienen este ingrediente son iguales ya que dependiendo de sus formulaciones, pueden ser más activas o menos.

La concentración de vitamina C también varía entre las distintas cremas, por lo que los resultados no serán siempre los mismos. Para que un producto sea efectivo tiene que contener al menos un 8% de vitamina C y, en caso de que la concentración se mayor, no debería exceder el 15% ya que no tendrá un mayor efecto, pero sí que puede causar irritaciones.

Esperamos que este post te sirva para entender mejor los beneficios de la vitamina C. Tanto si necesitas una alimentación más rica en vitamina C, como si buscas suplementos o cremas antioxidantes, no dudes en consultar cualquier duda con nosotras. ¡Tu farmacia de confianza en Madrid está abierta de lunes a sábado con el horario habitual!