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28 May Analizar tu piel
La piel de cada persona es única y cuidarla depende de que conozcamos sus características. Los tratamientos para mejorar la apariencia y la salud de nuestra piel no funcionan de la misma forma en todas las personas y, por eso, es imprescindible conocer cuáles son sus necesidades específicas. Cuenta con nosotras para realizar un análisis de tu tipo de piel y recomendarte los tratamientos más adecuados en función del resultado.
¿Qué es un análisis de la piel?
El análisis de la piel se realice con instrumentos especializados que permiten darnos información sobre la piel en tan solo unos minutos. En Farmacia Fuente del Berro utilizamos el MULTIDERMASCOPE MDS 1000, que también puede ayudarnos a hacer un análisis capilar.
¿Qué parámetros se analizan?
La evaluación de nuestro tipo de piel nos permite escoger el tratamiento más adecuado para conseguir los mejores resultados. Es importante conocer:
La hidratación de la epidermis:
Es decir, buscamos saber cuál es la cantidad de agua presente en la epidermis. Habitualmente, el contenido en agua debe ser de un 10-20% para considerar que la piel está hidratada. Depende de factores como la barrer lipídica y el factor natural de hidratación entre otros.
Poros:
Los poros corresponden a los orificios de salida de las glándulas sudoríparas de las unidades pilosebáceas . Conocer nuestro tipo de poros y su estado, también es necesario para poder ser aconsejadas correctamente.
Arrugas y elasticidad:
El nivel de envejecimiento de nuestra piel puede deducirse tras un análisis de su elasticidad y de la profundidad de nuestras arrugas. Evidentemente, la edad es un factor de gran importancia en este aspecto.
Nivel de grasa o sebo:
Determinar cuánta grasa superficial tiene nuestra piel incluye el análisis del tamaño de nuestras glándulas sebáceas y de su adiposidad. Por norma general, podemos intuir que tenemos una piel de tipo graso cuando detectamos brillos, que suelen surgir en la zona de la frente y la nariz.
Impurezas:
Es importante detectar las distintas impurezas que se han formado en nuestra piel. El escaneo se hace tanto de forma externa como interna, ya que existen impurezas que pueden tardar en manifestarse.
¿Qué tipo de piel podemos distinguir?
Existen cuatro tipos básicos de piel sana: normal, seca, grasa y mixta.
Piel normal o eudémica:
Suele hablarse de piel de tipo “normal” cuando su aspecto es equilibrado y al realizar un análisis detectamos que no tiene características demasiado grasas o secas.
Piel seca:
Este término se utiliza para hablar del tipo de pieles que producen menos grasa que la piel normal. Al carecer del sebo suficiente, la piel tiene menos facilidad para retener la humedad y protegerse de los agentes externos. El resultado es que la piel aparece deshidratada y seca.
Piel grasa:
Hablamos de piel grasa cuando la producción de sebo es superior a la normal. Esta hiperproducción se conoce como seborrea y puede manifestarse a través de brillos y acné en la piel.
Piel mixta:
Este tipo de piel tiene características propias de las pieles secas y de pieles grasas,. La zona grasa suele verse más reflejadas en la llamada “zona “T”, que abarca la frente, la nariz y la barbilla.
Recuerda la importancia de conocer tu piel y no dudes en contar con nosotras para llevar a cabo un análisis que te permita cuidarla lo mejor posible. ¡Te esperamos en Pº Marqués de Zafra 43!