Acidez y reflujo

Se calcula que la acidez estomacal afecta a un 10%-20% de la población. Si bien, la sensación creada por el reflujo gástrico no es siempre fácil de reconocer. ¿A qué se debe la acidez estomacal? ¿Cómo podemos evitarla? Te contamos más en el post de hoy.

 

¿Qué es el reflujo estomacal?

El reflujo estomacal, también llamado reflujo gastroesofágico (ERGE) es un trastorno en el que el contenido del estómago fluye hacia el esófago, lo cual puede causar síntomas como acidez estomacal, regurgitación, dolor en el pecho y dificultad para tragar. El esfínter esofágico inferior (EEI) es un anillo muscular en la parte inferior del esófago que normalmente evita que los contenidos del estómago retrocedan hacia el esófago. Cuando este músculo no funciona correctamente, se produce el reflujo gastroesofágico.

Se calcula que la acidez estomacal afecta a un 10%-20% de la población. Si bien, la sensación creada por el reflujo gástrico no es siempre fácil de reconocer. ¿A qué se debe la acidez estomacal? ¿Cómo podemos evitarla? Te contamos más en el post de hoy.

 

¿Qué causa el reflujo estomacal?

El reflujo estomacal, también llamado reflujo gastroesofágico (ERGE) es un trastorno en el que el contenido del estómago fluye hacia el esófago, lo cual puede causar síntomas como acidez estomacal, regurgitación, dolor en el pecho y dificultad para tragar. El esfínter esofágico inferior (EEI) es un anillo muscular en la parte inferior del esófago que normalmente evita que los contenidos del estómago retrocedan hacia el esófago. Cuando este músculo no funciona correctamente, se produce el reflujo gastroesofágico.

El reflujo gastroesofágico (ERGE) puede tener diversas causas, y a menudo es el resultado de una combinación de factores. A continuación nombramos algunas de más comunes:

  • Relajación del esfínter esofágico inferior (EEI): El esfínter esofágico inferior es un anillo muscular en la parte inferior del esófago que actúa como una válvula entre el esófago y el estómago. Cuando este músculo se relaja inapropiadamente, permite que el contenido del estómago regrese al esófago, causando reflujo.
  • Hiato herniado: El hiato es la abertura en el diafragma a través de la cual el esófago pasa antes de unirse al estómago. Si parte del estómago sobresale a través de este hiato hacia el tórax, se denomina hernia de hiato. Esta condición puede contribuir al reflujo al afectar la función del EEI.
  • Obesidad: El exceso de peso corporal, especialmente alrededor del abdomen, puede aumentar la presión sobre el estómago y provocar reflujo.
  • Dieta: Consumir comidas abundantes, grasas, chocolate, menta, ajo, cebolla, cafeína, alcohol y alimentos ácidos puede debilitar el EEI o irritar el revestimiento del esófago, contribuyendo al reflujo.
  • Embarazo: Durante el embarazo, las hormonas pueden relajar los músculos, incluido el EEI, lo que puede provocar reflujo.
  • Fumar: Fumar puede debilitar el EEI y aumentar la producción de ácido estomacal, favoreciendo así el reflujo.
  • Esfuerzo físico o inclinarse después de comer: Inclinarse o acostarse después de comer o realizar esfuerzos físicos intensos pueden aumentar la probabilidad de reflujo.
  • Condiciones médicas: Algunas condiciones médicas, como la esclerodermia y la esofagitis eosinofílica, pueden contribuir al reflujo.
  • Medicamentos: Algunos medicamentos, como los bloqueadores de los receptores de histamina (por ejemplo, ranitidina) y los inhibidores de la bomba de protones (por ejemplo, omeprazol), pueden afectar la producción de ácido estomacal y, en algunos casos, contribuir al reflujo.

Es importante destacar que no todas las personas que experimentan reflujo tienen todas estas causas, y la gravedad de los síntomas puede variar. Si tienes síntomas persistentes de reflujo gastroesofágico, es recomendable que consultes a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

 

Cómo evitar el reflujo gastroesofágico

En términos generales, y teniendo en cuenta las causas más comunes, te dejamos algunos consejos con prácticas que te ayudarán a reducir el reflujo:

  • Cuidado con la dieta: Evita alimentos y bebidas que desencadenen el reflujo, como alimentos grasos, fritos, picantes, chocolate, menta, ajo, cebolla, cafeína y bebidas alcohólicas. También puedes reducir las porciones de las comidas para evitar el exceso de presión en el estómago.
  • Control de peso: Mantén un peso saludable. La obesidad puede aumentar la presión sobre el estómago y contribuir al reflujo.
  • Hidratación adecuada: Bebe agua regularmente, pero evita beber grandes cantidades justo antes de las comidas.
  • Horarios de comida: Come comidas más pequeñas y frecuentes en lugar de comidas grandes y pesadas.
  • Evita acostarte o inclinarte inmediatamente después de comer. Intenta esperar al menos 2-3 horas antes de acostarte.
  • Elevación de la cabeza de la cama: Eleva la cabecera de tu cama unos 15-20 centímetros para ayudar a prevenir el reflujo durante la noche.
  • Deja de fumar: Si fumas, considera dejarlo. Fumar puede debilitar el esfínter esofágico inferior y contribuir al reflujo.
  • Evita la ropa ajustada: Las prendas de vestir ajustadas alrededor del abdomen pueden ejercer presión y aumentar el riesgo de reflujo.
  • Gestión del estrés: Encuentra maneras efectivas de gestionar el estrés, ya que el puede contribuir al reflujo. La meditación, el yoga y la práctica de técnicas de relajación pueden ser útiles.
  • Medicamentos según indicación médica: Si tu médico lo recomienda, puedes considerar el uso de medicamentos como los inhibidores de la bomba de protones o los bloqueadores de los receptores de histamina para reducir la producción de ácido estomacal.
  • Consulta a un profesional de la salud: Si experimentas síntomas persistentes de reflujo gastroesofágico, es importante buscar la orientación de un profesional de la salud para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

Es fundamental recordar que lo que funciona para una persona puede no ser efectivo para otra. Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de realizar cambios significativos en la dieta o en el estilo de vida, especialmente si se trata de problemas médicos.

Esperamos que el blog de hoy te haya servido. ¡No dudes en consultarlo con nosotras si tienes dudas sobre la acidez estomacal y el reflujo!

El reflujo gastroesofágico (ERGE) puede tener diversas causas, y a menudo es el resultado de una combinación de factores. A continuación nombramos algunas de más comunes:

  • Relajación del esfínter esofágico inferior (EEI): El esfínter esofágico inferior es un anillo muscular en la parte inferior del esófago que actúa como una válvula entre el esófago y el estómago. Cuando este músculo se relaja inapropiadamente, permite que el contenido del estómago regrese al esófago, causando reflujo.
  • Hiato herniado: El hiato es la abertura en el diafragma a través de la cual el esófago pasa antes de unirse al estómago. Si parte del estómago sobresale a través de este hiato hacia el tórax, se denomina hernia de hiato. Esta condición puede contribuir al reflujo al afectar la función del EEI.
  • Obesidad: El exceso de peso corporal, especialmente alrededor del abdomen, puede aumentar la presión sobre el estómago y provocar reflujo.
  • Dieta: Consumir comidas abundantes, grasas, chocolate, menta, ajo, cebolla, cafeína, alcohol y alimentos ácidos puede debilitar el EEI o irritar el revestimiento del esófago, contribuyendo al reflujo.
  • Embarazo: Durante el embarazo, las hormonas pueden relajar los músculos, incluido el EEI, lo que puede provocar reflujo.
  • Fumar: Fumar puede debilitar el EEI y aumentar la producción de ácido estomacal, favoreciendo así el reflujo.
  • Esfuerzo físico o inclinarse después de comer: Inclinarse o acostarse después de comer o realizar esfuerzos físicos intensos pueden aumentar la probabilidad de reflujo.
  • Condiciones médicas: Algunas condiciones médicas, como la esclerodermia y la esofagitis eosinofílica, pueden contribuir al reflujo.
  • Medicamentos: Algunos medicamentos, como los bloqueadores de los receptores de histamina (por ejemplo, ranitidina) y los inhibidores de la bomba de protones (por ejemplo, omeprazol), pueden afectar la producción de ácido estomacal y, en algunos casos, contribuir al reflujo.

Es importante destacar que no todas las personas que experimentan reflujo tienen todas estas causas, y la gravedad de los síntomas puede variar. Si tienes síntomas persistentes de reflujo gastroesofágico, es recomendable que consultes a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

En términos generales, y teniendo en cuenta las causas más comunes, te dejamos algunos consejos con prácticas que te ayudarán a reducir el reflujo:

  • Cuidado con la dieta: Evita alimentos y bebidas que desencadenen el reflujo, como alimentos grasos, fritos, picantes, chocolate, menta, ajo, cebolla, cafeína y bebidas alcohólicas. También puedes reducir las porciones de las comidas para evitar el exceso de presión en el estómago.
  • Control de peso: Mantén un peso saludable. La obesidad puede aumentar la presión sobre el estómago y contribuir al reflujo.
  • Hidratación adecuada: Bebe agua regularmente, pero evita beber grandes cantidades justo antes de las comidas.
  • Horarios de comida: Come comidas más pequeñas y frecuentes en lugar de comidas grandes y pesadas.
  • Evita acostarte o inclinarte inmediatamente después de comer. Intenta esperar al menos 2-3 horas antes de acostarte.
  • Elevación de la cabeza de la cama: Eleva la cabecera de tu cama unos 15-20 centímetros para ayudar a prevenir el reflujo durante la noche.
  • Deja de fumar: Si fumas, considera dejarlo. Fumar puede debilitar el esfínter esofágico inferior y contribuir al reflujo.
  • Evita la ropa ajustada: Las prendas de vestir ajustadas alrededor del abdomen pueden ejercer presión y aumentar el riesgo de reflujo.
  • Gestión del estrés: Encuentra maneras efectivas de gestionar el estrés, ya que el puede contribuir al reflujo. La meditación, el yoga y la práctica de técnicas de relajación pueden ser útiles.
  • Medicamentos según indicación médica: Si tu médico lo recomienda, puedes considerar el uso de medicamentos como los inhibidores de la bomba de protones o los bloqueadores de los receptores de histamina para reducir la producción de ácido estomacal.
  • Consulta a un profesional de la salud: Si experimentas síntomas persistentes de reflujo gastroesofágico, es importante buscar la orientación de un profesional de la salud para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

Es fundamental recordar que lo que funciona para una persona puede no ser efectivo para otra. Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de realizar cambios significativos en la dieta o en el estilo de vida, especialmente si se trata de problemas médicos.

Esperamos que el blog de hoy te haya servido. ¡No dudes en consultarlo con nosotras si tienes dudas sobre la acidez estomacal y el reflujo!



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