cambios y cuidados en el ambarazo

Cambios en el cuerpo de la mujer durante el embarazo

Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer experimenta una serie de cambios fisiológicos y anatómicos para acomodar y nutrir al feto en desarrollo. Estos cambios son amplios y afectan a casi todos los sistemas del cuerpo. Muchos de ellos son desconocidos y pueden resultar desconcertantes o incluso generar preocupación si se perciben. Te contamos cuáles son los más habituales:

Cambios en el cuerpo de la mujer 

  1. Cambios en el Sistema Reproductivo:

  • Útero: El útero aumenta significativamente de tamaño para albergar al feto en crecimiento, pasando de tener un peso de aproximadamente 70 gramos a cerca de 1 kilogramo al final del embarazo.
  • Cuello Uterino (Cérvix): Se ablanda y se vuelve más elástico, preparándose para el parto. También se forma el tapón mucoso, que ayuda a proteger al feto de infecciones.
  • Ovarios: Aunque la ovulación se detiene durante el embarazo, los ovarios continúan produciendo hormonas esenciales, como progesterona y estrógeno, que son cruciales para mantener el embarazo.
  1. Cambios en el Sistema Cardiovascular:

  • Volumen Sanguíneo: Aumenta significativamente, en algunos casos hasta un 50%, para satisfacer las necesidades del feto y la placenta, así como para preparar al cuerpo para la pérdida de sangre durante el parto.
  • Frecuencia Cardíaca: Puede aumentar para ayudar a bombear el volumen de sangre incrementado.
  • Presión Arterial: Puede variar; algunas mujeres experimentan una disminución en la presión arterial durante el primer y segundo trimestre, que puede regresar a niveles normales o ligeramente elevados en el tercer trimestre.
  1. Cambios en el Sistema Respiratorio:

  • Capacidad Pulmonar: El diafragma se eleva debido al crecimiento del útero, lo que puede reducir la capacidad pulmonar y provocar una sensación de falta de aire en algunas mujeres.
  • Consumo de Oxígeno: Aumenta para satisfacer las necesidades del metabolismo del feto y la madre.
  1. Cambios en el Sistema Digestivo:

  • Náuseas y Vómitos: Comunes durante el primer trimestre, conocidos como «náuseas matutinas».
  • Reflujo y Acidez: Debido a la relajación del esfínter esofágico y la presión del útero en crecimiento sobre el estómago.
  • Constipación: Puede ser causada por cambios hormonales y la presión del útero en el intestino.
  1. Cambios en la Piel y Tejidos:

  • Estrías: Debido al estiramiento de la piel en el abdomen, senos y muslos. Hay cremas específicas que ayudan a prevenir o reducir su aparición.
  • Hiperpigmentación: Pueden aparecer manchas oscuras en la piel, especialmente en la cara (cloasma) y una línea oscura en el abdomen (línea nigra). Es recomendable protegerse contra el sol durante todo el año, utilizando protección solar de alto espectro y ropa adecuada (gorras, sobreros…)
  • Aumento de la Circulación Sanguínea: Puede causar enrojecimiento de la piel y aumento de la transpiración.
  1. Cambios en el Sistema Musculoesquelético:

  • Aumento de Peso: Para sustentar el crecimiento del bebé, la placenta y el líquido amniótico.
  • Dolores y Molestias: En la espalda y pelvis debido a cambios en Relajación de las Articulaciones: Causada por la hormona relaxina, que prepara el cuerpo para el parto.
  1. Cambios Metabólicos:

  • Metabolismo Aumentado: Incrementa para cubrir las necesidades del feto en crecimiento y la madre.
  • Resistencia a la Insulina: Puede desarrollarse, lo que a veces lleva a la diabetes gestacional.

Estos cambios son naturales y ayudan a preparar el cuerpo para el parto y la lactancia. Sin embargo, pueden variar de una mujer a otra en cuanto a su severidad y manifestación. Es importante recibir atención médica regular para monitorear estos cambios y asegurar un embarazo saludable.

Además, durante el embarazo, es fundamental que la madre reciba cuidados adecuados para asegurar su salud y la del bebé.

Cuidados para mujeres embarazadas

  1. Atención Prenatal Regular:

  • Visitas al Médico: Es esencial asistir a todas las consultas prenatales para monitorear el progreso del embarazo, realizar ecografías y otros exámenes, y detectar posibles complicaciones a tiempo.
  • Suplementos y Vitaminas: Es posible que el especialista recomiende suplementos como ácido fólico, hierro, calcio y otras vitaminas esenciales para apoyar el desarrollo del feto y la salud materna.
  1. Nutrición:

  • Dieta Balanceada: Consumir una dieta equilibrada que incluya frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y productos lácteos. Es importante obtener suficientes nutrientes esenciales como ácido fólico, hierro, calcio y DHA.
  • Hidratación: Beber suficiente agua para mantenerse bien hidratada, lo cual es importante para la salud general y para prevenir complicaciones como el estreñimiento y las infecciones urinarias.
  • Evitar Ciertos Alimentos: Limitar o evitar el consumo de alimentos y bebidas que pueden ser perjudiciales, como alcohol, cafeína en exceso, pescados con alto contenido de mercurio, carnes crudas o poco cocidas, y productos lácteos no pasteurizados.
  1. Ejercicio y Actividad Física:

  • Ejercicio Regular: Realizar actividad física moderada, como caminar, nadar o yoga prenatal, puede ayudar a mantener un peso saludable, mejorar la circulación y reducir el estrés. Sin embargo, es importante consultar con un médico antes de comenzar o continuar cualquier régimen de ejercicio.
  • Evitar Actividades de riesgo: Evitar deportes de contacto, actividades con alto riesgo de caídas o lesiones, y ejercicios que requieran estar acostada sobre la espalda durante largos períodos.
  1. Salud Emocional y Mental:

  • Red de Apoyo: Contar con el apoyo de familiares, amigos y grupos de apoyo puede ser crucial para la salud emocional.
  • Manejo del Estrés: Practicar técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda y el yoga puede ayudar a manejar el estrés y la ansiedad.
  1. Sueño y Descanso:

  • Descanso Adecuado: Es importante dormir lo suficiente y descansar durante el día si es necesario. Usar almohadas para apoyar el cuerpo puede mejorar la comodidad durante el sueño.
  • Posición para Dormir: Dormir de lado, especialmente sobre el lado izquierdo, puede mejorar la circulación sanguínea y reducir la presión sobre el útero.
  1. Evitar Sustancias Perjudiciales:

  • Tabaquismo y Alcohol: Dejar de fumar y evitar el consumo de alcohol, ya que pueden causar complicaciones graves como bajo peso al nacer, parto prematuro y problemas de desarrollo.
  • Medicamentos: Consultar siempre con el médico antes de tomar cualquier medicamento, incluidos los de venta libre, para asegurar que sean seguros durante el embarazo.
  1. Cuidado Personal:

  • Ropa Cómoda: Usar ropa cómoda y de apoyo, especialmente sostenes y ropa interior adecuada para el embarazo.
  • Cuidado de la Piel: Hidratar la piel para ayudar a prevenir el desarrollo de estrías y mantener la piel sana.

Estos cuidados no solo promueven el bienestar de la madre, sino que también son cruciales para el desarrollo saludable del bebé. ¡Esperamos haberte ayudado a conocer mejor los cambios y cuidados necesarios durante el embarazo!



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