El cuidado de los pies

Como hemos recalcado estas últimas semanas, en Farmacia Fuente del Berro queremos incidir en la importancia de tener unos pies sanos. Su cuidado variará en función de nuestras rutinas, nuestra genética y según factores externos (en verano, por ejemplo, es más fácil que se sequen y se agrieten debido al tipo de calzado y a las altas temperaturas).

 

¿Por qué es importante cuidar la salud de los pies?

  • Funcionalidad y autonomía: Evidentemente, los pies son fundamentales para nuestra movilidad y capacidad de desplazarnos. Un buen cuidado de los pies ayuda a mantener su funcionamiento adecuado, evitando problemas que puedan dificultar la capacidad de caminar y realizar actividades diarias.
  • Prevención de lesiones como torceduras, esguinces o fracturas. Al cuidarlos adecuadamente, se fortalecen los músculos y se mejora la estabilidad y resistencia de los pies, lo que reduce el riesgo de lesiones.
  • Prevención de problemas cutáneos: Los pies son propensos a desarrollar problemas cutáneos por lo que un buen cuidado ayuda a prevenir estas afecciones y a mantener una piel sana.
  • Salud general: Al ser una parte integral de nuestro sistema musculoesquelético problemas como el desequilibrio o la mala alineación pueden afectar la postura y causar molestias en otras partes del cuerpo, como las rodillas, la espalda o las caderas. Cuidando esta parte del cuerpo contribuimos a cuidar nuestra salud en general.
  • Detección temprana de problemas de salud: Los pies pueden ser indicadores de problemas de salud más serios. Por ejemplo, ciertos problemas circulatorios o neuropatías pueden manifestarse primero en los pies. Al cuidarlos y prestar atención a posibles cambios o síntomas inusuales, podemos detectar tempranamente problemas de salud y buscar la atención médica adecuada.

 

¿Cuáles son las enfermedades más comunes que afectan a los pies?

  • Hongos en las uñas (onicomicosis): Es una infección fúngica que afecta las uñas de los pies, causando cambios en su apariencia, como engrosamiento, decoloración y fragilidad. Puede causar molestias y afectar la estética de las uñas.
  • Pie de atleta (tinea pedis): Es una infección micótica que afecta la piel de los pies, especialmente entre los dedos. Causa picor, descamación, enrojecimiento y fisuras en la piel.
  • Callos y callosidades: Una de las más comúues (¿Quién no tiene o ha tenido callos?). Se trata de áreas de piel engrosada que se forman como resultado de la presión o fricción repetitiva. Suelen aparecer en áreas como los talones o la parte inferior de los pies. Pueden ser dolorosos y requerir tratamiento si causan molestias.
  • Verrugas plantares: Son crecimientos benignos de la piel causados por el virus del papiloma humano (VPH). Se desarrollan en la planta del pie y pueden causar dolor al caminar.
  • Fascitis plantar: Es una inflamación de un tejido que se extiende desde el talón hasta la base de los dedos del pie y que provoca dolor en el talón.
  • Espolón calcáneo: Es un crecimiento óseo anormal en el talón, generalmente asociado con la fascitis plantar. Puede causar dolor en el talón y dificultar la movilidad.
  • Neuroma de Morton: Es una inflamación del nervio interdigital en la parte anterior del pie, comúnmente entre el tercer y cuarto dedo. Causa dolor y sensación de ardor en la zona afectada.
  • Hallux valgus (juanetes): Es una deformidad del dedo gordo del pie que se desvía hacia afuera, causando una protuberancia en la base del dedo. Puede ser doloroso y dificultar el uso de calzado.

Es importante recalcar que, si experimentas síntomas o problemas en tus pies, es recomendable buscar la evaluación de un profesional de la salud, como un médico o un podólogo, para obtener un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado.

 

¿Cómo podemos cuidar nuestros pies?

  • Manteniendo una buena higiene: Lava tus pies diariamente con agua tibia y jabón suave. Asegúrate de secarlos bien, especialmente entre los dedos, ya que la humedad puede favorecer el crecimiento de hongos.
  • Hidratación: Aplica regularmente una crema hidratante en los pies para mantener la piel suave y prevenir la sequedad. Presta especial atención a los talones, que suelen ser propensos a agrietarse.
  • Recorta las uñas adecuadamente: Corta las uñas de los pies rectas, sin redondear los bordes, para evitar la aparición de uñas encarnadas. Utiliza un cortaúñas de calidad y evita cortarlas demasiado.
  • Utiliza calzado adecuado: Escoge zapatos que se ajusten correctamente y proporcionen suficiente espacio para tus dedos. Evita los zapatos demasiado estrechos o de tacón alto, ya que pueden causar incomodidad y deformidades en los pies.
  • Usa calcetines de algodón u otros materiales transpirables que absorban la humedad y eviten la aparición de hongos. Cámbialos regularmente y evita compartir calcetines con otras personas.
  • Evita caminar descalzo en lugares públicos como gimnasios, piscinas o en vestuarios.
  • Realiza ejercicios y estiramientos: Fortalece los músculos de tus pies y tobillos realizando ejercicios específicos para mantener la flexibilidad y prevenir la rigidez.
  • Controla el sudor excesivo: Si tus pies tienden a sudar en exceso, puedes utilizar polvos o talcos antitranspirantes para mantenerlos secos y prevenir el mal olor.
  • Visita a un podólogo siempre que sea necesario: Si experimentas problemas persistentes en tus pies, como dolor, hongos persistentes o uñas encarnadas, es recomendable buscar la ayuda de un podólogo.

Recuerda que cuidar adecuadamente tus pies es esencial para mantener tu bienestar general y si tienes alguna preocupación específica acerca de tus pies, siempre es recomendable buscar la opinión de un profesional de la salud. ¡No dudes en consultar cualquier duda que tengas con nosotras!



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